viernes, 18 de agosto de 2017

María Galindo: “En este régimen, lo referido al cuerpo está negado”



La activista y comunicadora María Galindo presenta hoy No hay libertad política, si no hay libertad sexual, Acerca de esta publicación es que la líder de Mujeres Creando conversó con EL DEBER.

¿Qué dio origen al libro?
Es una radiografía sobre la representación política en el parlamento boliviano, del nivel de discusión que hay allí, del nivel de formación de nuestros parlamentarios. Las respuestas a preguntas, por ejemplo, acerca del aborto y de cuánto afecta al ejercicio de representación política la pertenencia a una religión. Entonces, creo que es un estudio que sirve para cuestionarnos si la sociedad boliviana está bien representada o no y si el parlamento es un buen garante de la democracia.

¿Cuáles fueron los resultados del material recopilado?
Fueron 79 horas de grabación de entrevistas, las que, para su análisis, dividí en cuatro secciones. En la primera se analiza el conjunto de ideas preconcebidas que hay en la representación indígena acerca de las mujeres y lo que encontré es una mentalidad muy conservadora en la bancada indígena y contraria a los propios principios, usos y costumbres de sus pueblos.

En la segunda sección hay un análisis específico de las mujeres en el parlamento boliviano, de las que nos dicen siempre que son el 54% del total y que nos representan a todas, pero ellas simplemente responden a una cantidad y a su partido.

La tercera sección es un análisis acerca de los y las parlamentarias pertenecientes a lo que sería la clase media y ahí saco varias conclusiones acerca de la homofobia en la visión de la clase media boliviana.

Por último hay una serie de conclusiones que tienen que ver con que el parlamento boliviano, donde hay una pluralidad formal, pero no real.

¿Por qué el libro se llama No hay libertad política si no hay libertad sexual?
Estamos en un régimen democrático, donde todo lo referido con el cuerpo está negado, trasladado al ámbito privado y contemplado en cuanto a sanciones en el código penal, pero no en cuanto a libertades sexuales. Mientras la sociedad boliviana no esté capacitada para discutir las libertades sexuales y entenderlas como libertades de un carácter político, vamos a seguir viviendo en esta democracia sin cuerpo.

Otro de los temas que he explorado es el del servicio militar obligatorio y que en realidad es obligatorio solo para los pobres o ‘indios'. Los de la clase media, que son profesionales, lo que han hecho es comprarse su libreta.

¿Hay una conclusión general en el libro?
El libro llega a varias conclusiones. La primera de ellas es que el parlamento es un aparato formal, pero no efectivo de la democracia boliviana. La segunda conclusión a la que llega el libro es que la pluralidad en el parlamento no es real que no existe discusión ideológica, libertad de pensamiento y que el parlamento boliviano ha decidido darle la espalda a la sociedad y obedecer al mandato del partido. No existen mecanismos de relacionamiento entre parlamento y sociedad.


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