viernes, 28 de octubre de 2016

En memoria del escritor Jorge Siles Salinas

El pasado viernes 22 se recordó el segundo año de la partida del eminente escritor Jorge Siles Salinas, cuando todavía se esperaba mucho de su talento y exquisita calidez humana. Por su profunda religiosidad católica debe estar gozando de la vida celestial.

Ha sido abogado, escritor y periodista, fue director de Última Hora y casi cotidiano autor de artículos de prensa. Ha sido hijo del expresidente Hernando Siles Salinas (1926-1930) y hermano paterno del también presidente Hernán Siles Zuazo. Tuvo preferencia por la política, habiendo sido militante de Falange Socialista Boliviana (FSB), filiación que le motivó a que tuviera que salir al exilio en tiempos de la Revolución Nacional, por lo que tuvo que vivir en El Salvador y Chile, durante muchos años.

En el país vecino fue catedrático de la Universidad Católica de Valparaíso y en La Paz alcanzó a ser rector de la Universidad Mayor de San Andrés. En 2003, el Estado boliviano le distinguido al conferirle el Premio Nacional de Cultura. Ha sido componente de las academias de la Lengua y de la Historia de Bolivia.

Como escritor fue autor de La aventura y el orden (1955), Lecciones de una Revolución (1956), La Literatura boliviana de la Guerra del Chaco (1969), Ante la historia (1969), La universidad y el bien común (1972), Algo permanece en el tiempo (1973), Guía de La Paz (1974), Bolivia (1981), La independencia de Bolivia (1992), Guía de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz (1999), Roma 2000. Las dos almas de Roma (1998), Roma-Cristianismo-Historia (2002), Historia de la Independencia de Bolivia (2009), Sí, el mar: la negociación boliviano-chilena de 1986-1987 (2012) y buscabiografías.com.

Aparte de estas obras, Siles Salinas escribió cinco tomos de Política y Espíritu, conteniendo artículos de prensa y ensayos de excepcional variedad y calidad, cada uno de los cuales de más de 250 páginas. Leer estas obras es una ilustrativa recreación de la historia de la humanidad, de Bolivia, del cristianismo y otra diversidad de textos de enorme significación para la cultura nacional.

Su personalidad era de excepcionales características, al ser poseedor de un carácter jovial, amistoso y abierto para sostener conversaciones de toda índole, por lo que era una distinción y un gusto especial disfrutar de su conversación. En la intimidad de su ser, era un hombre sencillo y humanitario.

Estuvo casado con la distinguida historiadora María Eugenia del Valle, cuyo deceso prematuro fue una gran pérdida para la cultura nacional. Su segundo matrimonio lo tuvo con la señora Rosario Salinas Estenssoro, quien lo acompañó hasta los últimos días de su existencia. Sus hijos son Diego, Juan Ignacio, Paula y Trini. Juan Ignacio, pese a su temprana juventud, fue Canciller de la República en el gobierno del ilustre intelectual Carlos Mesa Gisbert.

Realmente ha sido muy difícil seleccionar alguno de sus escritos para consignarlo en esta página dedicada a honrar su memoria, a los dos años de su ausencia de este mundo. Decidimos, finalmente, que fuera un breve ensayo titulado “Educación sin humanismo”. Él, como humanista que era, sentía que la educación nacional no le presta atención merecida a la calidad humana de los estudiantes, para enriquecerla y, de esa manera, construir una mejor sociedad y, por añadidura, un país mejor formado de personas practicantes de los valores sociales. (AZN)

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