"Roca abrigada por el frío/ pirámide plural/ que al color blanco afecta”, se lee en la primera parte del poema Illimani, escrito por Julio de la Vega R., quien plasmó su admiración por el nevado paceño.
Sin embargo, no fue el único. La imagen del Illimani también cautivó a otros 29 poetas bolivianos, quienes plasmaron en sus versos su admiración por la montaña. Entre ellos están Al Illimani, de Manuel José Cortés; Las hijas del Illimani, de Ramón Rosquellas; Bajo el oscuro sol, de Yolanda Bedregal y El Illimani, de Franz Tamayo.
A la lista de poemas seleccionados se suman El resplandeciente, de Óscar Cerruto; Illimani, de José Federico Delos; Al Illimani, de Gregorio Reynolds; Illimani, de Julio de la Vega; Illimani, de Jaime Saenz y entre otros.
La selección y el registro de estos poemas forman parte del libro Illimani, Señor de las refulgencias altas. La obra fue presentada ayer, en el Modesta Sanjinés de la Casa de la Cultura.
La investigación y redacción del libro fue realizada por Randy Chávez García y Huáscar F. Loayza Saldías. El libro fue publicado por la Dirección de Patrimonio Cultural y Natural de la Secretaría de Municipal de Culturas de la Alcaldía de La Paz.
La publicación tiene también una selección de fotografías y pinturas inspiradas en el nevado. Se registraron obras de Arturo Borda, Ciro Juan de Dios Mealla Díaz, Gil Imaná, Jorge Arias Saavedra, Juan Luis Alanes, Armando Jordán Alcazar, Raúl Mariaca Guillén y otros.
El libro incluye además una colección de las letras de canciones de Haydee Brun de Meunier, Néstor Portocarrero y Florencio y Federico Balboa.
La plegaria del viento persevera/ en la desolación del altiplano/ y el espantable aliento de lo arcano/ del alma del viajero se apodera.
Poema Al Illimani, del escritor Gregorio Reynolds
Más que el cóndor/ en lo alto detenido/ enigma de fulgor/ y escalofrío/ más que la luz/ ojo estelar/ asistes/ al hervidero de la vehemencia...
Poema El resplandeciente, de Óscar Cerruto
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